Cuando empecé en 1986 a desarrollar mi labor en el sector del sonido profesional en el que, por cierto, el lenguaje era primordialmente analógico, nunca imaginé la evolución – o, mejor dicho, revolución – de la que iba a disfrutar. En el transcurso de estos años, uno de los aprendizajes más necesarios que he integrado no es más que un reflejo práctico de la famosa teoría darwinista, y es que el continuo progreso tecnológico sólo acepta a aquellos que tienen predisposición para aprender y adaptarse al medio: a la velocidad, al dinamismo, a la flexibilidad, a la reinvención permanente… Aquellas especies […]

De camino a nuestros 30 años en el fascinante mundo del Audio Profesional y, más recientemente, en el del Video, nuestras ansias por reinventarnos, por desaprender y volver a aprender, por iniciar nuevos ciclos y embarcarnos en nuevas aventuras, nos ha llevado a caminos de transformación tan importantes que, inevitablemente, han implicado nuevas formas de hacer y, con ello, un cambio de traje... pero no uno radical, sino uno que, por supuesto, incorpora nuestra historia, que tanto nos ha enseñado, y que a la vez, responde a este nuevo estado, más auténtico y sólido en relación a nuestras capacidades y habilidades, y más flexible y fluido con las dinámicas frenéticas del mercado. En la era presente, la decisión final de un cliente va más allá de los términos cualitativos. La humildad en el trato, la excelencia en el servicio, la flexibilidad en el enfoque y la perspectiva colaborativa e integral en relación al negocio, son ya términos necesarios y definitivos cuando hablamos del éxito de un proyecto.