Han sido más de 40 años los dedicados al sector de la electrónica, pero es desde hace 27 que me relaciono con dicho mundo desde una perspectiva estrictamente financiera: una perspectiva de detalles de menor glamour pero ciertamente indispensables, sobre todo en sectores tan cambiantes y de rápidas velocidades como el nuestro.
De hecho, como Director Financiero de Media·Sys, en este tiempo he podido vivir tanto épocas de opulencia económica como periodos de crisis financieras, ofreciéndome un aprendizaje cada vez más específico acerca del entramado del sector y de los criterios que exige para todos aquellos que queremos formar parte y que, en muchos momentos, son de difícil aplicación por su naturaleza contraria: construir unos pilares sólidos, para que la empresa se sostenga y crezca en su capacidad financiera, pero no inflexibles, para no obstaculizar su adaptación al permanente cambio, es todo un reto que en momentos ha rezado imposible. De ahí que las crisis financieras que nos han acompañado, hayan dejado a un gran número de clientes y competidores fuera del mercado, ignorando totalmente su tamaño y recorrido.
Otro punto determinante en la evolución de nuestro sector ha sido la posición tomada por las entidades bancarias que, con motivo de no tratarse de un producto de “primera necesidad», han dejado mucho que desear: en momentos complicados la ayuda a través del crédito ha sido casi nula, castigando fuertemente a las empresas con dicha naturaleza y promoviendo la extinción de tantas compañías.
Sin duda, el mundo del audio es un espacio sólo apto para locos enamorados pues, la tendencia natural al caos es sólo gestionable por aquéllos movidos por la magia del sonido, para los que no existe la palabra imposible y que basan su alimentación y su gozo en la continua reinvención. Y es que, para poder seguir en primera línea, uno debe convertirse casi en un experto en ésto de dar golpes de timón, a veces incluso de forma muy arriesgada.
Eso sí, sin jamás olvidar los valores originales, los motivos por los cuáles empezamos esta aventura y que mantienen encendida la llama de nuestro entusiasmo.
Se trata de ser un loco, sí, pero un loco muy cuerdo.
«Madness and Genius are two sides to the same coin.» – John Hendy